Todos sabéis que desde hace ya algunos años, y cada vez con más fuerza, la maquinaria USA, se extiende por todas partes, haciéndonos partícipes involuntarios de sus fiestas (que en la mayoría de los casos, tampoco son USA, como la que se celebró anoche y denominada Halloween, que es oriunda de Escocia).
Digamos que lo realmente típico, entre otras muchas cosas, y me refiero ahora a la festividad de Todos los Santos, son los dulces, las flores que llevamos a nuestros seres queridos que ya no están entre nosotros para recordarlos, la "Castanyada", cuentos de muertos y espíritus, y un largo etc etc.
En una sociedad como la nuestra y más actualmente hablando, en un entorno económico como el que se está pasando, ¿que debe prevalecer, la tradición o la importación de otras costumbre?.
Me hago esta pregunta, ya que en lo que se refiere a nuestra tradición en dicha festividad, el gremio que mejor parado sale, es el pastelero y de las flores, poco más.
Ahora bien, en la importada tradición de Halloween, entran muchos más sectores como, los disfraces, dulces, todo un merchandising del las grandes superficies saben sacar partido a las mil maravillas.
Pero esta inyección económica debido a todo ese montaje importado, nos puede venir bien en un corto plazo, ya que como bien es sabido, las crisis son cíclicas y como cualquier otra pasará. Ahora bien, la intrusión de algo foráneo como es Halloween en nuestra sociedad, se quedará.
¿Vale la pena, sucumbir a estas tradiciones importadas y perder las nuestras, a cambio "de un puñado de dólares"?
Vosotros tenéis la palabra.