The Untouchables, título original de una película
dirigida por Brian de Palma y llevada a las salas de cines estadounidenses en
1987. Conocida en España como “Los Intocables de Eliot Ness” y basada en la
época de la ley seca de los años 20 (1919-1933).
Como ya habrán imaginado la palabra banker tiene su
traducción al español como; banquero. He querido hacer un juego de palabras con
el título de esta magnífica película, con lo que está pasando actualmente con
este poderoso colectivo.
No entiendo como la mayoría de la gente se rasga las
vestiduras al ver cómo está actuando la banca ante todas esas personas que por
diversidad de motivos no pueden hacer frente a sus obligaciones contraídas con
cada una de estas entidades financieras. O lo que está pasando con la
inmensidad de ahorradores afectados por las preferentes, que invirtieron su
dinero en estos productos engañados o no, ya que no me creo que todos fueron
engañados, y ahora se ven en la tesitura de que no pueden retirar su dinero.
La banca es una empresa privada y como tal, está actuando. En
esta afirmación solo hay un problema (sobre todo con los que se quedan sin nada
por las circunstancias), que aquellas entidades que han recibido dinero público
para salvar su situación, moralmente deberían actuar de otra forma. No obstante
y cómo podemos ver, siguen su camino.
Solo nuestros inoperantes gobernantes, podrían dar solución a
tales situaciones de dolor. Si modificaran la actual ley hipotecaría. Pero ni
en el dolor de las personas, gobierno y oposición pueden ponerse de acuerdo.
Da la sensación que desde que todo esto empezó, allá por el
2008, el camino realizado por los dos gobiernos que han gobernado en este
periodo temporal, ha ido encaminado a resolver los problemas de la banca y no
los de la gente que ha confiado en dichos gobiernos.
Tal vez, nuestros gobernantes piensen que resolviendo los
problemas de la banca, resolverán los problemas del País. O puede ser que la
deuda política que puedan tener contraída con la banca, les pese como una losa
y no tengan más remedio que dar prioridad a solucionarles sus problemas.
La obsesión de los gobiernos es que fluya de nuevo el crédito
para reactivar la economía y que solo solucionando los problemas de la banca,
dicho crédito podrá llegar al mercado. Error por varios motivos. No creo que la
banca una vez solucionados sus problemas, “abran el grifo” del crédito de
inmediato. Y pensar en que la solución a la crisis pase por el endeudamiento de
las empresas, autónomos y particulares, es más de lo mismo. Y ya hemos visto
los resultados demoledores de un sistema así.
Pero como bien dice el título de este artículo; “y la
hipocresía del resto”.
Tal y como está instrumentalizado nuestro sistema económico,
impera “la ley del dinero”. Esta premisa, hace que la gente tenga, en muchas
ocasiones, memoria de pez. Haciendo “mutis por el foro” cuando tienen que
negociar con ciertas entidades a la hora de depositar su dinero, subastándolo
al mejor postor (cosa muy loable), mientras los ves a las cinco de la tarde en
una manifestación anti sistema, anti bancos o anti lo que ustedes quieran. Eso
es ser hipócrita, no tener valores y venderse muy fácilmente.
Es por todos estos motivos, por lo que hace ochenta años ya
pasó, ahora ha vuelto a pasar y dentro de muchos años más volverá a pasar. Lo
único que deseo es que, o me pille jubilado (con el permiso de Doña Bruselas) o
simplemente ni me pille.
Pero no se asusten, esa es mi humilde opinión.