La
gestión del conocimiento es un término que se aplica a la denominada nueva
economía, influido por la globalización y las nuevas tecnologías. El
conocimiento, lo proporcionan las propias personas mediante sus experiencias,
sus aptitudes pedagógicas, por su edad (sin importar cual).
No
obstante, la gestión del conocimiento, también puede ser aplicado en nuestra
vida personal, y por mediación de entes públicos y cualquier asociación a la
cual podamos pertenecer.
Éstos
últimos tienen la obligación de velar por fomentar dicho conocimiento. Ya que
implicando a cada uno de los miembros de su organización o ciudadanos, es muy probable
que encontremos personas que puedan y tengan mucho que aportar.
Aportaciones
que pueden ser mediante artículos interesantes e inéditos, otras formas de
gestionar las organizaciones, así como de impulsarlas.
Pero
para que eso ocurra, hay que dar oportunidades a las personas para que con
total libertad puedan encontrar un entorno favorable para esa difusión del
conocimiento. Intentando no caer en la tentación de la monotonía y en “lo fácil” a la hora de
solicitar a ciertas personas su colaboración.
Sería
precioso poder ver trabajar juntos a personas de edad, junto con los más
jóvenes. Experiencia y frescura, todo un lujo para cualquier organización que
se precie.
Podría
ser una solución a la eterna crisis en la que muchas organizaciones están
inmersas.