Hoy día, la tecnología nos facilita bastante la vida, con tantos aparatitos que se han inventado.
Unos pueden hacer cambiar el canal del televisor y sin levantarnos de la silla, otros nos descongela en un ratito un caldo que parece una piedra, otros ...
Vamos que unos pocos listos han hecho aparatitos para que unos muchos nos hagamos cada vez más cómodos y si a caso no tan listos.
Pues bien, uno de esos aparatitos inventados y que quita toda la gracia del viaje en coche, es el GPS, con él se acabó aquello de, "por Dios, para y pregunta por donde se va ha Zamora" o "¿porque no preguntas a la viejecita esa que está sentada al fresco, por donde para el bar Tolo?.
Vamos que los GPS, nos facilitan y mucho la orientación, tu le indicas a donde quieres ir, él mismo te organiza la ruta, te dice por donde tienes que pasar, donde girar, y si te descuidas, donde tenemos que parar para hacer pis y otras necesidades varias (que sutil).
Ahora bien, hoy lunes cinco de abril del año del señor dos mil diez, nuestro buen amigo Aurelio, tenía que ir desde mi casa en Murcia al centro comercial IKEA y luego regresar de nuevo a mi casa a eso del mediodía.
Cuando eran las trece horas y no sabía nada de la familia, les llamo por teléfono para ver que les quedaba y, ahora empieza lo bueno. Al otro lado del móvil, escucho una voz algo agobiada que me dice "chaval, que nos hemos perdido", y yo totalmente pasmado le digo, "¿como?", y se me responde "le he puesto al GPS la dirección de tu casa y nos enviaba dirección A Coruña", yo de nuevo y totalmente pasmado respondo "¿COMO?" y otra vez me contesta "ahora voy dirección San Javier", a lo que yo le respondo "Aurelio, eso es camino a la costa", con lo que su respuesta es "luego te llamo".
Al cabo de unos minutos, ya había terminado de mi trabajo y le llamo de nuevo, "oye por donde paráis ahora?", "por unos pueblecitos", yo ya estaba dispuesto a coger las llaves del coche para ir a buscarlos y les digo " ¿que pueblecitos?, dime el nombre de uno de ellos", "pues no lo se, en cuanto lo lea te llamo y te digo".
Así, hasta que al cabo de un buen rato, al final el amigo Aurelio, me llamó para decirme estaba en pleno centro de Murcia.
Un trayecto que de normal es de diez minutos, IKEA mi casa, y eso con tráfico, se ha convertido en un trayecto de prácticamente más de una hora, pasando del norte de Murcia al sur y terminando en pleno centro.
Y todo eso, y ahí va lo más sorprendente, con ese aparatito que tanto nos facilita el viaje y los trayectos llamado GPS.
Yo no se que opináis vosotros, pero nosotros al menos no hemos reído un buen rato recordándolo, mientras con comíamos un arroz con conejo y serranas en Los arroces del Romea frente al Teatro Romea de Murcia.
Eso sí, a veces no siempre hay que hacer caso a esos aparatitos ya que no siempre tienen razón, y si no que se lo pregunten a nuestro amigo Aurelio, que por poco termina comiendo nécoras en A Coruña.
Esto ya es increible, Aurelio incluso me comenta que no sabe como colgar un comentario para este artículo. Eso si, esta vez va sin su GPS.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarENCARA DIUEN D'AMICS... CONILLS, CONILLS QUE FAN BONES PAELLES.
ResponderEliminarTraducción literal al castellano:
AUN DICEN DE AMIGOS... CONEJOS, CONEJOS QUE HACEN BUENAS PAELLAS. Y no lo traduzco al chino porque no me da la gana. Aurelio