lunes, 3 de marzo de 2014

La contabilidad creativa








El término de contabilidad creativa, lo conocí a raíz de estudiar el Caso Pescanova, y por ende, interesarme por otros casos similares en nuestro País, como otros tantos a nivel internacional (caso Enron en EE.UU o el caso Parmalat en Italia).

Pero ¿Qué es la contabilidad creativa? De todas las definiciones que podemos encontrar sobre este concepto, particularmente me quedaría con la definición de Naser, K (1993) “la contabilidad creativa es el proceso de manipulación de la contabilidad para aprovecharse de los vacíos de la normativa contable y de las posibles elecciones entre diferentes prácticas de valoración y contabilización que ésta ofrece, para transformar las cuentas anuales de lo que tienen que ser a lo que, quienes las preparan, prefieren que sean ... en lugar de reflejar estas transacciones de forma neutral y consistente”.

De tal definición, personalmente me inquietan varios términos, como “manipulación de la contabilidad”, “aprovecharse de los vacíos legales y la distorsión de la imagen fiel que esta práctica puede hacer sobre las cuentas de cualquier mercantil.

¿Cuál podría ser el motivo de la existencia de esta práctica? Ante casos como el más reciente de Pescanova u otros muchos (entidades financieras, por ejemplo), existen Presidentes, Directores Generales, Auditores. Por tanto entra en juego el comportamiento de las personas y por ello, la presión de la competencia, los mercados, los socios, las entidades financieras, políticos, la remuneración por la consecución de resultados. En resumen todo un mundo de circunstancias que pueden llevar a proceder a “maquillar” las cuentas de una empresa, para mantenerse en la cima de su sector.

La contabilidad creativa saca a relucir el concepto “imagen fiel”, basado en el término anglosajón true and fair view (traducido literalmente como “vista verdadera y justa”). La Norma Internacional  de Contabilidad (NIC 1, párrafo  13) se refiere al concepto de imagen fiel y cumplimiento de las NIIF, estableciendo que “Los estados financieros  reflejarán fielmente, la situación, el rendimiento financiero y los flujos de efectivo de la  entidad. La imagen fiel exige la representación fiel de los efectos de las transacciones,  así como de otros eventos y condiciones, de acuerdo con las definiciones y los criterios de reconocimiento de activos, pasivos, ingresos y gastos fijados en el Marco Conceptual. Se presumirá que la aplicación de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), acompañada de informaciones adicionales cuando sea preciso, dará lugar a estados financieros que proporcionen una presentación razonable”.

Una buena definición de este concepto la podemos obtener de Lee, G.A. (1981) el cual nos dice; “significa una presentación de las cuentas, realizada de acuerdo con los principios contables generalmente aceptados, presentándolas de forma que reflejen, dentro de los límites de la práctica contable actual, una fotografía libre de sesgos intencionados, distorsiones, manipulación, encubrimiento u ocultación de hechos. En otras palabras, ha de tenerse en cuenta el espíritu de la ley y, por tanto, el contenido ha de primar sobre la forma”. Teniendo en cuenta dicha definición, se podría dar solución a la práctica de la contabilidad creativa.

¿Qué posibles soluciones se podrían adoptar para combatir la contabilidad creativa? Es muy probable que adoptar posibles soluciones para terminar totalmente con la contabilidad creativa, sea muy complicado, dados los incentivos que puedan aportar a las empresas y a sus directivos. No obstante, algunas de esas soluciones pasan por hacer una normativa contable más detallada y concreta, para aclarar a las empresas los criterios a aplicar. Reforzar los códigos de buen gobierno de las empresas en pro de la no utilización de la contabilidad creativa. Fortalecer los códigos éticos tanto para los directivos como para la profesión contable, para no aceptar la contabilidad creativa. Así como un paso firme contra esta práctica por parte de los auditores. Creación de comités de auditoría, que puedan ejercer un control adicional sobre la dirección de las empresas. La inclusión de consejeros independientes al Consejo de Administración de una empresa. La adopción de medidas de control sobre los administradores, así como la asistencia a las Juntas Generales de los auditores, para que esta pueda hacerles preguntas.

Es muy preocupante la práctica por parte de las empresas de la contabilidad creativa, tal y como hemos visto. Al final, siempre salen perjudicados los pequeños inversores que a raíz de unas cuentas que reflejan unos estados engañosos, deciden dejar su dinero y luego obtienen pérdidas a cambio de dicha confianza.

Haciendo mención, y como colofón a este artículo en el caso Pescanova, el uno de marzo de dos mil trece presentó el concurso de acreedores. Sin embargo hasta febrero de ese mismo año, los analistas recomendaban la compra de acciones de Pescanova. Como otro dato, indicar que, en la fecha de la presentación del concurso de acreedores, Pescanova presentaba en sus últimas cuentas disponibles un endeudamiento de 1.600 millones de euros, mientras que ese mismo dato según la información del Banco de España, era de 2.500 millones de euros ¿Qué pasó con la diferencia? Ya por último, se conoce entre el 11/12 de marzo de 2013, que el ex consejero delegado de la mercantil, vendió días antes unas 195.000 acciones días antes de la declaración del concurso de acreedores (http://www.europapress.es/galicia/noticia-alfonso-paz-andrade-desprendio-febrero-acciones-pescanova-valoradas-255-millones-20130429181154.html).

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