jueves, 7 de agosto de 2014

La televisión es nutritiva

¿Somos conscientes de cómo pueden influir los medios de comunicación en nuestra forma de pensar y/o actuar?
Tanto saturan al público con noticias sobre lo que hacen las entidades financieras, de los políticos, de las grandes corporaciones, en muchas ocasiones con razón, tal vez en otras no tanto (aunque ese podría ser otro debate), que conscientemente, están creando una sociedad, llegado a este punto, bastante agresiva.
Todos tenemos el derecho a expresar nuestro descontento, nuestro
desacuerdo. Pero también tenemos derecho a respetarnos y a ser tratados con educación en cualquier sitio que interactuemos con los demás.
Esto me recuerda al “efecto Rashomon”. Antropólogos y epistemólogos llaman “efecto Rashomon” a la subjetividad detectable en la percepción y la memoria, cuando testimonios de un mismo acontecimiento pueden ofrecer relatos o descripciones de éste substancialmente distintos pero, sin embargo,
igualmente plausibles.
Deberíamos hacernos la siguiente reflexión: ¿realmente yo no he participado en toda esta megaconstrucción que nos ha llevado a una crisis devastadora?
Hay que aclarar, que dentro de un mercado encontramos muchas partes que participan en él, para mí, las más significativas serían: Productos y servicios, vendedores y compradores.
En esta última parte, es donde la sociedad puede influir y tomar decisiones en nuestro beneficio. No entrando de lleno en el juego del consumismo
desmesurado y sin sentido.
Esto se podría conseguir mediante una educación en valores.
Saber valorar el trabajo, el sacrificio, el valorar las cosas que tenemos. Valores como el respeto, respeto a las personas, a nuestro entorno, al medio ambiente.
Tenemos claro que el consumidor tiene necesidades y deseos infinitos, pero los recursos no lo son.
Retomando la influencia de los medios de comunicación sobre las masas.
No puedo consentir que todos los días, se tenga que soportar a personas mal educadas y en muchas ocasiones, hasta con cierto tono de agresividad, por el mero hecho de ser responsable de una sucursal en una entidad financiera.
Hay mucha gente que por diversas circunstancias, de todos más que
conocidas, lo están pasando muy muy mal. Aún así, hacen verdaderos esfuerzos tanto ellos, como sus familias, para hacer frente a sus obligaciones de pago.
Desde mi conocimiento, sé que ciertas entidades financieras, ante estos casos, están haciendo por intentar llegar a soluciones que puedan aliviar las cargas financieras a esas familias. Y en otros muchos casos extremos, se están llegando a las condonaciones de los pagos hipotecarios, mediante la llamada dación en pago.
Pero, al final, parece ser que siempre tenga que encontrar un pero. Lo quiero escenificar con un el siguiente refrán; “a rio revuelto, ganancias de pescadores”.
Es indignante, que ante todas estas circunstancias, existan personas (por así llamarlas), que se encuentran avaladas por ciertas plataformas, se sirvan de amenazas reales (he visto correos en ese sentido), hacia trabajadores de esas sucursales, para mediante esa amenaza cobarde, conseguir que la entidad financiera, les condene sus deudas para evitar posibles problemas para con sus empleados. Es más, cuando esos cobardes ni siquiera se encuentran en una situación precaria que justifique dicho fin.
Este es uno de los efectos que están consiguiendo los medios de
comunicación.
Entiendo que se debe de informar de lo que está pasando, para que tanto la sociedad, como nuestros gobernantes puedan tomar las medidas oportunas.
Pero yo me debía en la obligación de escribir este artículo. Ya que esto también es noticia, está ocurriendo y la sociedad así lo debe de conocer. Solo así, teniendo la máxima información, seremos capaces de poder actuar coherentemente.
 

“Dos grupos cuyos miembros tienen
Sensaciones sistemáticamente distintas
al captar un mismo estímulo, en cierto
sentido viven en mundos diferentes.”
Thomas S. Kuhn


Por cierto y para quien no lo sepa, el nombre de este artículo es el título de una canción de Aviador Dro de 1982.